La protección de la Gran Esfinge

Escala a la orilla del Nilo

Gran Esfinge de Tanis

Imagínate que fueras egipcio o egipcia, en concreto un habitante de la ciudad de Tanis de hace unos 4000 años. En el templo dedicado al dios Amón-Ra encontrarías esta inmensa esfinge. Su cuerpo de león corresponde al dios Horus, mientras que su cabeza humana es la del rey. La esfinge evidencia que el faraón ha recibido su poder de los dioses, en especial del dios Sol Ra, creador del universo, del que es “hijo”. Sus imponentes patas y su cuerpo a punto de dar un salto reflejan bien su papel protector. Se instalaba a la entrada de los lugares sagrados para impedir que las fuerzas hostiles molestaran a los dioses.

Trabajar en un templo egipcio

Si hubieras vivido en Tanis en el año 2600 a. C., quizá habrías trabajado en el templo de Amón-Ra. Los lugares de culto más importantes eran prácticamente como ciudades y en ellos trabajaban miles de personas: había sacerdotes, evidentemente, pero también campesinos, carniceros, floristas, panaderos, cocineros, artesanos, escribas o administradores de los bienes del templo.